Palomas

Acostumbro a buscar a mi hermano menor al colegio al medio día, y siempre venimos hablando de algo (A pesar de que solo tiene 7 años) y hoy, por una razón nada relevante, nos desviamos del camino para resolver algo y vimos a una paloma que saltaba aleteando, mi hermanito, riéndose me dijo:

¿No podemos agarrarla?
—No se dejan. — Respondí
— ¿Por qué?
—Porque tienen miedo.
— ¿Y si queremos abrazarlas? — me preguntó.
—Es muy difícil, pero no.
— ¿Y no puedo tener una para mí?
—Tendrías que tener una jaula en la casa.

Después de ese pequeño dialogo con un niño de 7 años, entendí que algunas personas son como las palomas, permanecen en lugares peligrosos sin saberlo, y huyen de todos los que se les acercan sin importar cuales sean sus intenciones y es muy extraño verlas someterse a alguien o dejar que alguien les tome.


No puedes tomar a nadie y tomarla para ti, eso implicaría meterla en una jaula y dentro de una jaula perdería la belleza por la que la deseaste, ellas solo tienen que venir a ti y desear quedarse, y tú debes aprender a sostenerla fuerte y del mismo modo aprender a dejarlas ir. La gente es como la paloma. Salvaje, con vida y gracia, pero no sabe tomar las decisiones que les conviene. Somos como las palomas y no sabemos.

Ten un gran día y Dios te bendiga.
Hakeen Cuesta
.www.hakeencuesta.blogspot.com

Comentarios

  1. —¿Y si queremos abrazarlas?

    Al menos tenemos la capacidad de comprenderlo, y quizás, de actuar en consecuencia.

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