Palomas
Acostumbro a
buscar a mi hermano menor al colegio al medio día, y siempre venimos hablando
de algo (A pesar de que solo tiene 7 años)
y hoy, por una razón nada relevante, nos desviamos del camino para resolver
algo y vimos a una paloma que saltaba aleteando, mi hermanito, riéndose me dijo:
— ¿No podemos agarrarla?
—No se dejan. — Respondí
— ¿Por qué?
—Porque tienen miedo.
— ¿Y si queremos abrazarlas? — me preguntó.
—Es muy difícil, pero no.
— ¿Y no puedo tener una para mí?
—Tendrías que tener una jaula en la casa.
—No se dejan. — Respondí
— ¿Por qué?
—Porque tienen miedo.
— ¿Y si queremos abrazarlas? — me preguntó.
—Es muy difícil, pero no.
— ¿Y no puedo tener una para mí?
—Tendrías que tener una jaula en la casa.
Después de ese pequeño dialogo con un
niño de 7 años, entendí que algunas personas son como las palomas, permanecen
en lugares peligrosos sin saberlo, y huyen de todos los que se les acercan sin
importar cuales sean sus intenciones y es muy extraño verlas someterse a
alguien o dejar que alguien les tome.
No puedes tomar a nadie y tomarla para
ti, eso implicaría meterla en una jaula y dentro de una jaula perdería la
belleza por la que la deseaste, ellas solo tienen que venir a ti y desear
quedarse, y tú debes aprender a
sostenerla fuerte y del mismo modo aprender a dejarlas ir. La gente es como
la paloma. Salvaje, con vida y gracia, pero no sabe tomar las decisiones que
les conviene. Somos como las palomas y no sabemos.
Ten un gran día y Dios te bendiga.
Hakeen Cuesta
Hakeen Cuesta
—¿Y si queremos abrazarlas?
ResponderBorrarAl menos tenemos la capacidad de comprenderlo, y quizás, de actuar en consecuencia.