Anhelos
No hay nada que nos haga sentir más vivos que
anhelar, que tener ese impulso de querer algo con tantas fuerzas que pudieras
sentir aún la sangre entre tus venas. No sabes pensar en otra cosa, no sabes
hablar de otra cosa.
Sé que te ha pasado, deseas tanto algo y el simple hecho
de imaginarte con ello te hace feliz de una manera en que tú no lo puedes
explicar, pero, al tener aquello simplemente lo no aprecias. Es porque somos
así somos más felices anhelando las cosas que poseyéndolas. Esto pudiera ser
parte de nuestra naturaleza egoísta, pero también pudiera ser consecuencia de
darnos cuenta de que aquello que tanto deseamos no era realmente lo que esperábamos,
nos decepcionamos.
El anhelar siempre será un sentimiento más fuerte
que el de poseer, tendrá más simpatizantes y colaboradores. Una vez te das
cuenta de estas cosas puedes caer en la equivoca posición de mejor no poseer
nada, ya sea por esta situación además del compromiso que implique tener
cualquier cosa, ya sea un empleo, un vehículo, una novia, etc.
Nunca podremos evitar dejar de sentirnos así pero
podemos administrar nuestros sentimientos, y ordenar nuestras prioridades,
cuando llegué aquello que tanto anhelamos podremos disfrutarlo y no llevarnos
la sorpresa de que era menos de lo que esperamos o simplemente que no era tan
importante, lo que considero algo frustrante. Cuidemos bien lo que sentimos y
queremos así no nos haremos daño a nosotros mismos o a terceros en el proceso.
El tiempo dedicado a ese anhelo y el sacrificio por
este dirá cuanto quisiste de verdad lo que estabas esperando y cuanto lo
apreciarás, y el éxtasis de alcanzar lo anhelado será mayor que el mismo anhelo. Porque el verdadero anhelo materializa todo aquello que en verdad deseas, hay quienes desean y al obtener desprecian el resultado, sin
embargo hay quienes luchan por aquel deseo en ellos y al final logran el anhelo
y lo disfrutan.
Hakeen Cuesta
Entender que nada en el mundo nos puede satisfacer plenamente nos serviría para mantenernos anhelando el cumplimiento de la promesa de la plenitud que habremos de recibir en la gloria del Eterno.
ResponderBorrarMientras, con la felicidad que nos produce ese anhelo, dimensionaremos mejor el valor de las cosas que poseamos en esta vida.