Parar, Esperar & Avanzar
Hay tiempo para
todo, pero cada uno de estos tres momentos que estoy a punto de exponer son
bastante repetitivos. No hay un día en que no nos detengamos, esperemos o
avancemos. En un mundo donde todo es casi instantáneo, no hay tiempo para parar
o esperar, todos queremos que todo pase tan rápido como sea posible y así
‘‘disfrutar’’ de todo sin perder más tiempo. Lamentablemente estos tiempos son
tan importantes como necesarios y provechosos.
Debemos parar, pues
detenerse es la manera en que descansamos, así como calculamos que tanto y tan
bien hemos avanzado, cosa que esperando y avanzando nunca haríamos. No siempre
hay que avanzar sin que nada te detenga, pero tampoco hay que detenernos sin
razón. Debemos ubicarnos en un lugar confortable, donde podremos ordenar
nuestros pensamientos y objetivos, para que nuestras esperas no sean largas e
intolerables y nuestro avance sea eficaz.
Debemos esperar,
nunca tendremos todo en el justo instante que lo deseemos, esperar nos hará entender
que nuestro avance tendrá un fruto a largo plazo, esto significa que será algo
bien preparado y con más calidad.
Y por ultimo debemos
avanzar, pues no puede ser que nos dediquemos a esperar o a estar inmóviles
toda la vida, en los semáforos, creo que la posición de las luces son para que
entendamos la importancia de cada una: el rojo en primer lugar para evitar un
desastre cuando queramos avanzar sin pensar en que hacemos, el amarillo para
esperar con paciencia cada cambio en el camino, el verde para que avancemos con plena conciencia de lo que hacemos y para que entendamos que es lo último
que debemos dejar de hacer. Todo en su justa medida es perfecto.
Ten un gran día y Dios te bendiga.
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