El T-shirt

Hace unos días cumplía con una responsabilidad matutina y mientras cruzaba la calle vi como alguien llevaba un T-shirt de una marca muy reconocida (de paso cara), y por cómo se veía esta persona usaría la prenda para trabajar, o sea; lo usaría para laborar. Y pensé: ¿en verdad no sabe lo que usa para ese trabajo pesado que irá a hacer?

En ese instante recordé dos ocasiones en que llegué a ver a personas con playeras, camisetas o como le llames, de mi banda de música favorita (algo difícil de conseguir en mí país) en las que dije: Si supieran que llevan puesto.

A esto concluí: muchas veces no sabemos que tenemos en las manos. Poseemos grandes tesoros que ni siquiera nos damos cuenta que tenemos. Pero así como la belleza está en los ojos de quien la ve, algunos ven valor en lo que los demás solo ven cosas comunes. Quizás yo sería un chico ‘‘muy feliz’’ con un T-shirt de mi banda favorita, quizás no me lo quitaría de encima y escribiera este post con el puesto, pero para otra persona es una prenda más de su guardarropa.

Alguien famoso contó la historia de un patrón que se iba de viaje y les dejó a tres de sus empleados cierta cantidad de algo con valor monetario a cada uno, y a cada uno de acuerdo a su capacidad, pero me quiero enfocar en aquel que le dieron menos. Éste, al ver que quizás se le pudiera demandar más de lo que se le dio a manejar, en un acto de nervios y temor, simplemente lo enterró. Sí, aun no entiendo esa parte. (Si quieres leer más puedes encontrar la historia en Mateo 25:14-30 en la traducción de la Biblia de tu preferencia.) El caso es que él no sabía que en los ojos de algún banco eso tendría el valor suficiente para generar intereses, o quizás en el mercado, alguien daría algo por encima de su valor.

Así estamos nosotros contamos con cosas, habilidades, ideas, entre otros atributos, de incalculable valor pero no las vemos, tenemos que esperar que los demás venga a darse cuenta. Abre los ojos, tienes algo que otras personas desearían, aprovecha y ve el valor de ello, multiplícalo y no simplemente lo entierres.

Ten un gran día y Dios te bendiga
Hakeen Cuesta

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