Agradable
«La amabilidad es el lenguaje que
los sordos pueden oír y los ciegos pueden ver».
-Mark Twain.
Agradable es mi nueva unidad de medida para las personas (y creo que para muchas otras cosas en general). Hace ya un tiempo comencé a tratar de ser agradable conmigo mismo, porque cuando la solución de ignorar y huir de personas o lugares desagradables no funciona en sitios como el trabajo o la familia, hay algo un poco más útil que tiene que ver con nosotros.
Una vez escuché: “Cuando eres agradable contigo, tu entorno se vuelve agradable”, si ponemos de ejemplo un trabajo donde tengas que estar 8 horas rodeado de personas con distintos tipos de humor, no puedes esperar que todas se pongan de acuerdo para hacerte pasar un buen día, si no eres feliz y tolerante contigo mismo, no creo que logres tener paciencia con los demás, ser agradable es algo que comienza por la forma que te llevas contigo mismo.
Aprecio mucho a las personas amables, porque no siempre se está de humor para serlo y aun así hay quienes lo hacen sin queja y quienes lo son con gente que no se lo merece. Ser odioso, tener mal carácter o despreocupado no tienen ningún merito porque hay poco o nada de esfuerzo en eso, pero como todo, tiene su recompensa y esa es que la gente a tu alrededor no estará dispuesta a ser amable contigo.
De vez en cuando las personas están buscando gente
para convivir que sea graciosa, inteligente, parlanchines o callados incluso se
atreven a conformarse con cosas sin importancia como que tenga los mismos
gustos en música o películas cuando de hecho lo valioso que puede tener una
persona es la capacidad de hacerte sentir que estás en un lugar seguro, que no
te juzga y que le importa prestarte atención o escucharte. Agradable, en mi
opinión, logra cubrir muy buenas expectativas de convivencia en comunidad.
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