Mordidas Pequeñas

Camine lejos como un perfecto extraño.
No hay manera de tapar toda la situación frente a Tus ojos.
Señor, creo en ti y en tus promesas,
rompe estas cadenas a la luz de la mañana.

No quiero hablar maldad, ni hacer obras de tinieblas.
Solo quiero escuchar Tu voz; llevándome a donde el infierno no echa los ojos.
Dándome a beber este antidoto contra la muerte.
Mordidas pequeñas de pan de vida.

Caminar contigo donde pueda olvidar este veneno;
No quiero más que este momento en que estamos juntos.
Tu corazón latiendo por mí tanto como el mío por ti.
Y sentirme seguro, a la altura de tus brazos.

Llévame a ahí, cerca de ti, donde no hay nada malo.
Veámonos cada día, veámonos en la mañana.
Para que borres mi culpa con Tu amor,
y para que me bañes hasta quedar limpio de mi pecado.
Hakeen Cuesta

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