Sal Afuera & Juega

He tenido una semana bastante relajada, dejé mis afanes a un lado y me divertí un poco, y aunque me reinicié y volví a todas mis obligaciones este lunes, no me lamento de haber tomado con calma y haya reposado un poco. Soy pro-balance, esta descuidada semana solo me recordó una cosa: No te afanes, chico; Abriendo paso a otra oración: Ten algo de tiempo para divertirte en la semana, pero no descuides tus obligaciones.

No sé cómo fue tu infancia, pero por donde crecí casi todos los días los chicos tenían la costumbre de salir a jugar a la calle, recuerdo como después que llegaba de la escuela y cumplía con mis tareas mi padre me dejaba salir a jugar. No suena a nada extraño, pero aquella disciplina paternal era algo profunda e interesante: Irás a jugar cuando hagas tus tareas. Dando a saber que puedes divertirte un poco luego de que tu trabajo esté terminado.


Habrán muchos días en que no verás nada más que trabajo y eso demandará toda tu concentración y las vacaciones, largos periodos de asueto en los que sobrara el tiempo para hacer nada. Pero siempre sé sabio en como inviertes tu tiempo, deja un rico periodo de refrigerio y descanso. Aún Dios nos enseña que hay que descansar después de un trabajo bien hecho (Génesis 2:2) y nos dice: ‘‘acuérdate del día de reposo’’ (Éxodo 20:8-11); es como su manera de decir: Hey viejo, no todo es trabajo. Da lo mejor de ti en tu trabajo pero te recomiendo algo, cuando termines: Sal afuera y juega.

Ten un gran día y Dios te bendiga.
Hakeen Cuesta

www.hakeencuesta.blogspot.com

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